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México D.F. 20 de junio. En el escenario un cuadrilátero con pianos, el público como jueces, las notas musicales como guantes en la pelea dos pesos pesados en la música como contrincantes; fue así como se llevó a cabo la presentación de una espléndida, velada divertida y musicalmente versátil.

Dos de los representantes más reconocidos en el medio pianístico en México; Héctor Infanzón, maestro concertista, compositor, intérprete con una facilidad de improvisación de la escuela contemporánea, se enfrenta a otro grande de la escuela clásica, que desarrolló la maestría de adueñarse de Chopin sin quitarle su esencia; Alberto Cruzprieto, ambos se enfrentaron para ofrecer al público un combate musical.

Al ritmo de dos de tres caídas y sin límite de notas (definido por las piezas musicales interpretadas), estos gladiadores del pancracio musical, mantuvieron al público al filo de la butaca esperando la rendición de uno u otro lado, se esperaban las combinaciones de golpes en bemoles, el llaveo y contrallaveo con las escalas musicales; sonatas, alegros, armonios y otras armonías fueron y vinieron, en una noche en el que dos estilos diferentes de interpretación se compaginan para deleitar a un público exigente.

El Centro Cultural Roberto Cantoral albergó este tan singular encuentro que comenzó alrededor de las 20:40 horas y duró más de 2 horas en un recinto espectacular. Marco perfecto y pretexto ideal para la exhibición de tecnología, instrumentos y algunos accesorios de la marca Yamaha, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de interactuar, tocar (algunos o muchos en el público son músicos) y ser asesorados por técnicos y representantes de la prestigiosa firma nipona. Cobertura Angular 11-18MX: Nota/Fotos; Guillermo Magallon.