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Ciudad de México 21 de Octubre de 2019. Con el propósito de ofrecer una relectura de los fondos de arte moderno del Museo Nacional de Arte (MUNAL), la exposición XX en el XXI lega de la mano de grandes artistas nacionales una muestra sin precedentes que conjuga los grandes hitos de la pintura mexicana durante los primeros 60 años del siglo XX así como la reverberación de sus ecos en nuestro siglo.

Siguiendo a modo de hilo conductor la curaduría de Abraham Villavicencio, Estela Duarte y David Caliz, la exposición apuesta por un recorrido ágil; una forma para que el público logre comprender las grandes circunstancias históricas de México durante la primera mitad del siglo XX, así como los albores de su conformación actual, esto es: “El despertar a la modernidad”, primer movimiento que nos indica la influencia de Europa recibida por  grandes maestros tales como: Diego Rivera, Germán Gedovius, Ángel Zárraga, entre otros. Quienes importaron grandes conocimientos provenientes de las vanguardias artísticas europeas al panorama del arte nacional.

La exposición comienza con un juego de espejo, es decir; por la resignificación del arte europeo llevada a cabo por los artistas nacionales en el panorama mexicano. Influencias tales como el cubismo, el futurismo, las vanguardias de movimiento, aceleración y vértigo develan el carácter de la nueva ciudad moderna.

Posteriormente se despliega el ámbito del paisaje mexicano influenciado por el impresionismo francés. Artistas como Joaquín Clausell (pintor campechano) y Francisco Romano Guillemin imprimieron el sello de Monet en sus obras tras sus visitas a Europa.  Obras como las Fuentes Brotantes y La Ola Roja muestran el interés por el color, la luz y la configuración del paisaje como elementos de de suma importancia importados de Europa y que ellos traen durante la época porfiriana.

Otra parte muy importante de la exposición hace especial hincapié en la pintura de la Revolución mexicana, pues, si bien la obra de la época porfiriana es vanguardia y cosmopolitismo; influencia de Europa, España y Francia. París en particular con su gran luz de vanguardia derramada sobre todo el mundo occidental. La revolución viene a dar un giro a todos los contenidos. Artistas como Francisco Goitia con su célebre obra Tata Jesucristo  muestran el dramatismo del contexto de una Revolución campesina y obrera abanderada por caudillos como Madero y Carranza. Ámbito que nos lleva por un paisaje desolador de la revolución mexicana: campesinos, ahorcados, victimas. Esa eterna esfera a la que se busca legitimar sus demandas sociales por medio del recorrido revolucionario.

Paralelamente se aborda una etapa importante en el arte nacional que son las escuelas de pintura al aire libre (EPAL). No se abandonó del todo la gran influencia europea y artistas como Alfredo Ramos Martínez y Adolfo Best Maugard tienen una importante parte de la exposición fungiendo como vasos comunicantes con las escuelas de Barbinzon (Europa) y su reflejo en el arte mexicano donde Santa Anita, Tlalpan y Coyoacán fueron sede de múltiples ejercicios de pintura como escenarios abiertos y naturales.

Hacia el final de la exposición se aborda el tema de la ciudad moderna, retrato de cómo después de la Revolución y el fin de la lucha armada se institucionalizan los grandes escenarios de aquel movimiento como la Casa del Obrero Mundial y la CNC, entre otros. Se da una reinvención de la ciudad durante los años 20 y 30 en la época del llamado Maximato y más adelante el Milagro mexicano.

Se expone, por ejemplo, una Frida Kahlo, la única con la que cuenta el MUNAL; paisaje muy interesante conformado por una vista de azotea que muestra el despunte de la urbanización (cableado, postes, chimeneas), muy distinto a la habitual obra autorepresentativa de tal autora. Se trata, pues, de ese despertar a la modernidad, el México de contienda y emancipación ha sido superado y su consolidación como urbe es inminente.  La Muestra de una ciudad urbanizada, estridente, que inaugura vías y entuba sus ríos es el nuevo motivo. La inauguración de grandes avenidas como el Churubusco o Periférico muestran a la ciudad en un sentido cosmopolita y moderno que, durante los gobiernos de Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines y, sobretodo, de Adolfo López Mateos anuncian los albores del México actual.

La exposición cierra con los hitos de la escuela mexicana de pintura que, pese a romper con la cuasi-evidente cronología, vuelve a los años 20 para mostrar a los tres grandes titanes del muralismo mexicano: Orozco, Rivera y Siqueiros.

Se exponen obras de gran formato como Rio Juchitán; mural pintado en 4 paneles de lienzo al óleo cuya obra hermana se encuentra en el Museo Soumaya de la fundación C. Slim (en versión mosaico); El Coronelazo de David Alfaro Siqueiros (una de las obras más potentes de la historia de la pintura mexicana según palabras de Hector Palhares); La serie de los Teules de José Clemente Orozco (con la que también cuenta el museo Carillo Gil): obras de caballete con el tema de la conquista y de la dominación indígena. Temáticas que, vale la pena anunciar, en 2021 serán parte icónica de la celebración por los 100 años de la Secretaria de Educación Pública (SEP). Cuyo contexto de vasconcelismo, inserta a los muralistas como núcleo que populariza los grandes temas de la historia de México; esto es, como un arte para las masas, no elitista ni de taller, sino público en recintos como el Palacio Nacional, Bellas Artes, El castillo de Chapultepec, etc. Cerrando así la exposición con la gran proyección internacional del arte mexicano en los SS. XX y XXI.

Así mismo, cabe resaltar que para una activación de este gran proyecto de relectura de las colecciones de arte moderno, se encuentra abierto un programa académico que invita a grandes especialista comenzando por curadores del propio Museo Nacional de Arte y que se ha ido expandiendo. Durante los martes de octubre y noviembre de las 16:00 a las 18:00 horas la entrada es libre con sede en el auditorio del MUNAL. Contará con grandes especialistas tales como: Marisol Argüelles (directora del Museo Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo); Alfonso Miranda (director del museo Soumaya); Laura Gonzáles Matute (investigadora); Juan Carlos Pereda (curador del museo R. Tamayo), entre otros.

Angular Once Dieciocho México y El Museo Nacional de Arte les hacen una cordial invitación.

Informacion/Fotografías: Por: Guillermo Adrián Moreno F.