León, 18 de Noviembre 2014. En un fin de semana que lucio su mejor clima y excelentes condiciones para que iniciara el FIG 2014, pilotos de varias partes del mundo se preparaban para sorprender a los visitantes con sus enormes y mágicos globos.

 Nuestro equipo de trabajo tuvo la fortuna de poder vivir esta hermosa experiencia, al poder volar y disfrutar uno de esos viajes que se quedan en la mente y en el corazón como una experiencia única en su género.  nos dimos a la tarea de contar esta historia, la cual dio inicio a muy temprana hora, cuando los pilotos ya se preparaban y  alistaban sus globos para iniciar sus vuelos; El de nosotros inicio con el vuelo numero 147, donde fuimos recibidos por un tripulación española y su  piloto  de nombre Pericles nos recibió con una sonrisa y de manera muy amable; al subir al globo su primera indicación fue disfrutar del vuelo y dejarnos llevar por la magnifica vista que nos ofrecía este hermoso festival; Ya elevados a cierta altura, comenzó a charlar con nosotros, y nos enteramos de varios datos importantes que muchas veces desconocemos, como es el costo de un globo aerostático, el cual varia entre los 40 y 42 mil euros tan solo la parte de arriba del globo, costo de la canastilla, de los cuatro tanques de gas que lleva dentro el globo, y de los cuales nos explicaba, se usan dos, pero que se llevan otros dos por cualquier emergencia,también señalo  el tiempo de vida de un globo el cual es de 500 hrs, de vuelo aproximadamente y que después de dichas horas se tiene que cambiar la tela del globo.

Algo que nos asombro, fue escuchar de nuestro piloto  que se sentía asombrado por tan magnifico espectáculo, ya que era su primera vez en México y comentaba que era la primera ocasión que veía un cielo con 200 globos en el aire: se notaba en su cara el asombro y la felicidad de ser parte de este evento, ya que como bien nos decía, el realizaba entre 70 y 80 vuelos al año y hasta el día de hoy, no le había tocado un  festival tan grande.

En este sentido  Dentro de este mágico vuelo, pudimos conocer al piloto y al ser humano que nos llevaba por este increible viaje; Pericles es piloto de globo aerostático, instructor de aviones ultraligeros y también gusta del parapente. quien también nos comento que venia de España, de un pueblo cercano a Madrid, y que para estas fechas, en su lugar de residencia, ya estaría nevando.

Al llegar el momento del aterrizaje, nos dio algunas indicaciones y de manera de broma, nos comentaba que lo mas sencillo era aterrizar y listo, y lo  segundo sería aterrizar y ser arrastrados por el viento, o bien, ser volteados por la canastilla, todo esto seguido por una risa. Al tocar tierra y llegar a un terreno, el cual no pertenecía al parque, dio las indicaciones de nuestra ubicación, para que de inmediato llegara el equipo de voluntarios que le ayudaban a el y a su compañero de vuelo, el cual había volado un día antes de nombre Xavi,  al momento de su llegada, inmediatamente dio las ordenes necesarias para que los chicos ayudaran a desinflar y guardar todo el globo de manera correcta. Asombrado por el orden y la manera en que se desinfla y guarda el globo, pudimos ayudarlos y ser parte de esta experiencia.

Ya listos y con todo dentro de la camioneta, emprendimos el viaje de regreso al parque metropolitano, entre risas, cantos y anécdotas. Al llegar al punto donde ellos tendrían que ir a recargar los tanques de gas, nos despedimos de  dos excelentes pilotos y grandes seres humanos, los cuales no bastando el vuelo en su globo, nos invitaron a ser parte de su equipo ese mismo día en la noche, donde estarían presentes para la ”NOCHE MAGICA” donde su globo sería parte del espectáculo y se iluminaria con el fuego que se desprende de sus motores.

Muchas gracias Pericles y Xavi por tener el honor de conocerlos,  esperamos el destino nos vuelva a encontrar con ustedes. Mientras tanto, les deseamos la mejor de la suertes y sigan disfrutando esto que hacen, para que mas gente como nosotros, tengamos una magnifica experiencia al lado de ustedes.

Cobertura Angular 11-18MX: Nota/Fotos Emilio Vargas.