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El director Sebastián Cordero hace un retrato basado en el levantamiento a sangre y fuego de Guayaquil en la década de los 80 y 90, parte de las llamadas invasiones del litoral ecuatoriano que se dio desde mitad del siglo XX.

El largometraje ha estado nominado en la categoría de mejor película en lengua extranjera en los Oscar de 2017; nominado a mejor montaje en 2017 para los Premios Platino; nominado a mejor película iberoamericana para la 59 entrega del Ariel 2017; se ha presentado en los premios Fénix como parte de la preselección de 2017 como largometrajes de ficción; así como en la programación de la 14º edición del Festival de Cine de Morelia en 2016.

El reconocido director ecuatoriano no entiende el porqué unas películas se ven y otras no, a pesar de ser un logro de producción plasmar un retrato muy consciente de lo trágico que fue Guayaquil. “Años atrás estrenabas una película y había 100, 000 espectadores, al año pasado lo que se estrena no tiene esos espectadores” Él mismo remite a películas de AkiraKurosawa con ese elemento de tragedia clásica, las cuales no son del todo conocidas por el público, pero son films inmortales en la industria del cine, Los malos duermen bien y Alto y bajo.

Este viernes 8 de junio de 2018 la Cineteca Nacional, así como otras salas de cine de arte en México, estrena la co-producción Ecuador-México-Alemania de 2016. El relato se basa en hechos reales en la ciudad más poblada de Ecuador: Guayaquil. Este lugar filmado en los meses de calor de abril para conseguir un verde silvestre y tropical,se mira cinematográficamente en contraste visual con la aparente lejanía de la urbe; contraste narrativo de una desigualdad social de los asentamientos de familias pobres en control de traficantes de tierras y líderes desalmados por el poder.

Entre una trama compleja de personajes relacionados en una lucha de clases sociales, hay rasgos que se cruzan para vivir en común: la violencia, la traición, la corrupción, la impunidad y hasta el futbol. Sebastián Cordero en conferencia y en presencia del embajador de Ecuador,el Dr. Leonardo ArízagaSchmegel, menciona sobre el giro dramático de la película: “se trata de empezar a cuestionarse a cerca de los problemas que tenemos como sociedad en casi todos los países latinoamericanos: problemas de corrupción, problemas de impunidad. En este caso la mayoría de la historia gira alrededor del tema de la tierra y de la importancia que llega a tener la posesión de un terreno físico”.

Cuestionado por el público por la similitud con lo que México vive, responde: “Esto podría pasar aquí […], es nuestra realidad latinoamericana”.Las tierras que Emilio heredó por su padre en el Monte Sinaí, al noroeste de la ciudad,  han sido invadidas por 250 familias y entre conflictos éticos y sociales, diferentes actores políticos intentan desalojar esta zona de miseria en el sexto largometraje del director ecuatoriano. El entretejido de personajes se desarrolla con la participación actoral de Andrés Crespo (Lisandro Terán), Daniel Adum (Emilio Baquerizo), Erando González (Don Gustavo Miranda), Víctor Arauz (Gustavo Jr.) y Maya Zapata (Ingrid), principalmente.

La actriz mexicana Maya Zapata, está a favor de hacer estos cambios culturales, sin embargo, interpretar el papel de Ingrid debía construirse por el potencial que conllevaba y las dificultades que presentaba el usar otro acento. “Tiene que ser la consciencia que de alguna forma le toque las fibras a ese otro personaje”, menciona al referirse al trabajo que logró con la dirección de Cordero.

Los horarios de las funciones pueden verse pronto en el siguiente enlace:
http://www.cinetecanacional.net/php/detallePelicula.php?clv=15791

Cobertura Angular 11-18MX:Informaciòn/Fotografías: Por: Mónica Rodríguez.