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Como cada año y encabezada por el COSSIAC (Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa, A. C.), en el periodo de Semana Santa (desde el Domingo de Ramos-Domingo de Resurrección), esta tradición alcanza su 181 emisión, siendo la primera en el año de 1843. Contando con casi dos siglos de organización ininterrumpida, la Pasión de Cristo de Iztapalapa se proclamó Patrimonio Cultural Inmaterial de Iztapalapa (2010) y de la Ciudad de México (2012).

Actualmente se está en pláticas para que sea reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad ante la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Como antecedentes, esta tradición comienza por el famoso milagro de “El Señor de la Cuevita”, donde después de un acto de unión en la comunidad, se le pidiera que escuchara e hiciera el milagro para poner fin a la mortífera epidemia del Cólera Morbus que arrasó la Cuenca de México en 1833. Como cumplimiento de la promesa hacia el “Señor de la Cuevita” por eliminar ese mal, los habitantes de Iztapalapa juraron hacer una procesión todos los años como agradecimiento.

El recorrido dio inicio aprox. a las 2 p.m. en la Macroplaza Jardín Cuitláhuac, ubicada en el centro de la Alcaldía Iztapalapa, donde Jesús de Nazaret (interpretado por Christopher Gómez Hernández), inició el Viacrucis por los Ocho Barrios de Iztapalapa (San Lucas, San Pedro, San Miguel, San Pablo, San Ignacio, San José, La Asunción y Santa Bárbara, en los medios Pueblos de Atlacomulco y Atlixco); interpretando los pasajes bíblicos conformados por cinco caídas y dos estaciones, concluyendo en el Cerro de la Estrella con la crucifixión de Cristo.

En cada edición se busca representar de la manera más apegada posible las últimas horas de Jesús según los antiguos parlamentos, en los cuales se narra La Última Cena, su arresto, su juicio y su recorrido hasta ser crucificado. Esta representación consta de 160 actores en los papeles principales y más de 500 extras, los cuales todos juntos le dan vida a esta tradición.

Cabe destacar que tienen que haber ciertos requisitos para poder participar en esta tradición; desde  Diciembre previo a su realización, se convoca a la comunidad para elegir a los actores y actrices que protagonizarán esta representación, en Enero se seleccionan y se preparan los vestuarios, el escenario, la utilería y los elementos simbólicos para llevar a cabo la escenificación.

Las primeras representaciones eran realizadas con las imágenes de bulto (estatuas) de las iglesias, después se hicieron mixtas (imágenes y participación de infantes) para por último y actualmente, contar con la participación de personas (jóvenes y adultos) habitantes de los Ocho Barrios de la Alcaldía Iztapalapa, sus descendientes y personas que por alguna u otra razón radiquen en otros lugares.

Esto aporta un sentido de pertenencia e identidad tanto a la comunidad como al país, ya que es una tradición bastante antigua, y forma parte también de la tradición oral, que tiene como objetivo transmitirse de generación en generación.

En cuanto a la asistencia a esta edición según los organizadores se logro una cifra récord con mas de 2 millones 400 mil asistentes, donde se reportó saldo blanco según las autoridades las cuales participaron con 3000 elementos para resguardar la seguridad del evento.

Información: Omi Loflo

Fotografías: Edgar Flores y Griselda Cano